Ötzi es la momia humana natural más antigua conocida. Vivía en los Alpes italianos, al rededor del 3300 a. C. Ötzi medía aproximadamente 159 cm de alto, tenía unos 46 años, y había pesado unos 50 kg. Tenía artritis en sus articulaciones, y padecía de parásitos intestinales.Se especula que pudiese ser un druida, ya que su espalda está cubierta de tatuajes sin un significado claro, pero que algunos científicos especulan de que se trate de un mapa de las estrellas que le sirvieran para orientarse.
Ötzi iba perfectamente vestido, con capa, chaleco y zapatos especiales para la nieve, con unas hierbas suaves que rodeaban los pies que hacían la función de los calcetines. Además de un hacha, cuchillos, flechas y un arco más alto que el, entre las posesiones se Ötzi había varias especies de setas. Uno de éstos Piptoporus betulinus (el hongo del abedul) tiene características antibacterianas, y fue utilizado probablemente para propósitos médicos. Otro era un tipo Fomes fomentarius, de hongo de yesca (para producir fuego), incluido con parte de lo que parecía ser un equipo complejo. El equipo contiene pedazos de diversas plantas, cerca de una docena, además del pedernal y de la pirita para crear chispas.
Su descubrimiento por unos alpinistas suizos nos ha permitido conocer mucho sobre nuestra propia historia y, lo que es muy interesante para los que adoramos la micología, sobre la uso medicinal y para la supervivencia de las setas. Es mundialmente conocida la utilización de las setas por los antiguos emperadores chinos, pero poco se ha hablado sobre este tema en Europa, y gracias a Ötzi sabemos que tambien nosotros tenemos antepasados que han estudiado el poder curativo de las setas.
Un saludo y que tengáis muy buena semana.