Un sistema inmunitario fuerte se sostiene sobre tres pilares fundamentales: dieta, ejercicio y descanso.
Si estos tres pilares se desequilibran a causa de un aporte inadecuado de nutrientes, el sedentarismo, el insomnio o el estrés prolongado, tus defensas, el ejército interior que te protege contra virus, bacterias y otros agentes patógenos puede estar comprometido y con ello, tu respuesta inmunitaria.
• Alimentación saludable
• Ejercicio físico regular
• 7-8 horas de sueño/día
• Alimentos superfluos
• Sedentarismo
• Falta de descanso, estrés
ayuda a que tu sistema inmune esté al 100%
EMPEZAR AHORASegún los resultados de una encuesta realizada en 2010 (Programa Nusa (Nutrición y Salud) ), el 90% tiene estrés y más del 50% no practica ejercicio físico, ¿podemos hablar que gozamos de buena salud? Revisemos las claves de un sistema inmune al 100%
Las dietas mediterránea y atlántica se consideran adecuadas por priorizar alimentos frescos como frutas, hortalizas, cereales integrales, verduras, legumbres y frutos secos. De este modo se pueden garantizar los aportes de micronutrientes como vitaminas y minerales que ayudan al sistema inmunitario.
También es fundamental la cantidad: una dieta inferior a 1.200 kcal ha demostrado tener efectos negativos sobre el el sistema inmune, pero las dietas en las que las grasas aporten más del 35% de la energía diaria necesaria (20-25% en estilos de vida sedentarios) se han relacionado con problemas cardiovasculares.
La Sociedad Española del Sueño publicó en el volumen 63 de la Revista de Neurología el título Sueño saludable: evidencias y guías de actuación. Documento oficial de la Sociedad Española de Sueño.
Según se recoge en esta guía, los adultos de 26 a 64 años deberían dormir 7-9 horas diarias.
La falta de sueño se ha relacionado con cambios inmunológicos e incluso se ha relacionado con la aparición de colesterol.
La actividad física aeróbica (caminar, nadar, correr, andar en bicicleta…) es positiva para el mantenimiento del bienestar.
En este estudio se observa que el deporte aumenta la capacidad antimicrobiana de los macrófagos y ejercita la actividad de las células implicadas en la respuesta inmunitaria.
Además, hace que desciendan los niveles de cortisol, la hormona del estrés, relacionada con los procesos oxidativos de tus células.
Múltiples estudios relacionan el estrés con la ansiedad y la depresión, pero no solo eso, también afecta a la salud cardiovascular y puede dañar la respuesta inmune; especialmente si el estrés es prolongado o se ha cronificado.
Los hongos medicinales son una fuente de salud que puede ayudar al mantenimiento de la salud y que no presenta interacciones con otros medicamentos, siempre que se garanticen ciertos criterios de calidad relacionados con la producción ecológica y el método de extracción.
Refuerzan el sistema inmune: aumentan las defensas contra virus y bacterias
Protección frente al estrés oxidativo que deteriora tus defensas
Apto para vegetarianos, veganos e intolerantes al gluten
Bio-Defense concentra los hongos medicinales con más evidencia científica relacionada con el sistema inmune y el efecto prebiótico
El 70% de las células inmunitarias está en el intestino. El equilibrio de la flora intestinal actúa como barrera de defensa desde tu interior
Los hongos medicinales son especies del reino Fungi como el Reishi, el Cordyceps, el Shiitake, entre otras muchas, estudiadas y utilizadas, especialmente en forma de extractos, para el mantenimiento y la recuperación del bienestar.
Son grandes inmunomoduladores, prebióticos que ayudan a equilibrar la microbiota y adaptógenos que ayudan a regular el estrés.
Estudios científicos de gran impacto recogen la importancia de sus compuestos.
Entre estos destacan los beta-glucanos, los triterpenos, ácidos grasos de la serie omega, hericenonas, erinacinas, compuestos fenólicos, pero también minerales, vitaminas, aminoácidos esenciales…
En definitiva son un recurso natural con alto contenido en biomoléculas activas útiles en el cuidado de la salud y el bienestar.