El herpes zóster es una enfermedad producida por una reactivación del virus latente de la varicela-zóster. Este herpes afecta a los nervios periféricos y a la piel, donde puede producir pequeñas ampollas dolorosas.
El herpes zóster puede presentar diferentes complicaciones según los nervios afectados, sobre todo en individuos inmunodeprimidos, entre los que cabe destacar la neuralgia postherpética que es la complicación más frecuente y se basa en la persistencia de los síntomas como el dolor y alteraciones de la sensibilidad en el territorio afectado u otras como infecciones bacterianas secundarias.
Es una patología universal, más común entre personas con edades avanzadas o con alteraciones de su sistema inmunitario.