¿Podrías decir que tienes una buena salud sexual? Aunque no se hable de ella en todo momento, sabemos, y la ciencia así lo demuestra, que el sexo es uno de los pilares fundamentales para la salud y bienestar individual, por tanto, ¿por qué no prestarle la atención que se merece?
A veces es difícil alcanzar experiencias placenteras por falta de deseo sexual o ausencia de líbido, pero también debido a factores como el estrés, la inapetencia, la inseguridad y otros problemas biológicos que afectan directamente a la salud sexual y reproductiva.
En el año 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la salud sexual como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social, pero ¿qué hacer cuando no existe ese bienestar, ya sea por una disfunción, debilidad o enfermedad?
Si hablamos de aumentar el apetito sexual y de sustancias revitalizantes naturales, todas las dianas apuntan a Cordyceps sinensis, también conocido como «la viagra tibetana» o «la viagra del Nepal». Los estudios que citamos a continuación explican por qué.
El Cordyceps sinensis es originario del Tíbet que crece a 5.000 metros de altura. Se trata de un hongo muy valorado en la medicina tradicional china (MTC) donde se considera un potente tónico del riñón (sede de la energía vital), pero también un remedio natural antifatiga y un potente afrodisiaco empleado para tratarla hiposexualidad.
Varios estudios señalan importantes beneficios relacionados con el consumo de Cordyceps en el ámbito sexual, sobre todo por contener metabolitos similares a la testosterona y con la capacidad de suprimir el estrés oxidativo y, por tanto, mejorar la función eréctil.
El consumo de Cordyceps se ha evaluado en diversos estudios clínicos con humanos en donde se demostró el aumento del recuento de espermatozoides de varones en un 33% (Guo, 1986) o el aumento del deseo sexual del 66% de los participantes (Wan, Guo, & Deng, 1988), entre otros.
En este caso la observación fue esencial. Hace años, los pastores del Tíbet observaron que las cabras, yaks y ovejas que pastaban en las zonas más altas de las montañas, donde se alimentaban a partir de lo que identificaban como hierba marrón, estaban más fuertes y tenían un comportamiento similar al de las épocas de celo.
Hoy sabemos que el Cordyceps es un hongo medicinal rico en beta-glucanos, ergosterol o provitamina D, aminoácidos esenciales, ácido linoleico y linolénico, vitaminas y minerales. Destaca además por su alto contenido en cordicepina, ácido cordicépico y adenosina. Estas sustancias explican sus usos en la medicina tradicional y que sea objeto de nuevos estudios para confirmar sus beneficios en el cuidado de la salud sexual.
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En Micoterapia, el Cordyceps es el hongo por excelencia para recuperar el deseo sexual y mejorar otros aspectos relacionados con la salud sexual y reproductiva. La riqueza y variedad de sus compuestos químicos naturales lo convierten en un vigorizante natural que, obtenido de forma segura y siguiendo los criterios de calidad europeos, puede emplearse de forma segura como suplemento.
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