En los complementos alimenticios, la calidad no es una cuestión menor. Sus criterios están estrictamente reguladados para asegurar la trazabilidad y garantizar la higiene y seguridad de los alimentos. Varias directivas europeas, complementadas por la regulación de cada país, rigen la forma en que las empresas garantizan la calidad de sus productos y las materias primas que se utilizan en su producción.
Concretamente, en el ámbito de los suplementos a base de hongos, algunas características propias de los hongos y su presentación en complementos alimenticios exigen la máxima vigilancia para evitar cualquier riesgo para el consumidor. ¿Cuáles son las razones de ello? Es lo que veremos en este artículo.
Los hongos puros: los bioacumuladores naturales por excelencia
Los hongos son conocidos como los grandes bioacumuladores naturales, es decir, tienen la capacidad de concentrar componentes presentes en su entorno. Pueden absorber diversos minerales, entre ellos los esenciales y no esenciales aportados por los sustratos, pero también diversos contaminantes.
Esta capacidad (también conocida como biorremediación) los hace especialmente interesantes para la descontaminación de suelos contaminados por hidrocarburos y permite equilibrar los ecosistemas. Por otra parte, esta formidable propiedad también la hace vulnerable a la contaminación en su entorno directo.
Las investigaciones han demostrado que los hongos tienen la capacidad de acumular metales pesados en altas concentraciones, como mercurio, plomo, cadmio o arsénico. Además, la mayoría de los elementos pueden ser bioacumulados por los hongos, especialmente a partir del suelo y los sustratos.
De hecho, un estudio publicado en la revista científica Biometals recoge que la acumulación de metales pesados varía según diferentes factores siendo la especie el factor más determinante en la capacidad de acumulación de metales pesados.
Hongos, sustratos y metales pesados
La mayoría de las setas utilizadas en complementos alimenticios son las denominadas especies saprofitas, que se desarrollan sobre materia orgánica en descomposición. De hecho muchos están especializados en degradar la materia orgánica vegetal sobre la que crecen.
Si crecen sobre restos de madera, pueden degradar la materia a partir de la celulosa o a partir de la lignina. Estos últimos aprovechan la debilidad de un árbol cuya corteza está compuesta por esta lignina para desarrollarse. A escala industrial, pueden cultivarse en una amplia gama de sustratos que contienen lignina, como serrín, paja de arroz, paja de trigo y otra biomasa agrícola.
Por esta razón es fácil comprender que determinadas actividades humanas relacionadas con la ganadería y la agricultura (uso de pesticidas, abonos químicos, etc.) pueden provocar la contaminación del medio ambiente del que depende el sustrato (o medio de cultivo) de las setas: contaminación del agua, absorción por los árboles, los cereales, etc. El resultado de ello es que esos metales pesados se encuentran, después, en las setas que consumimos.
Los riesgos de un suplemento no certificado
Cuando hablamos del uso de los hongos, hablamos de la forma más concentrada de setas que se conoce: extractos concentrados estandarizados. Esta presentación consiste en una alta concentración de moléculas bioactivas procedentes de las setas. Solo el uso de extractos estandarizados puede garantizar las mismas moléculas activas en todo momento, tanto cualitativa como cuantitativamente.
Este subproducto tiene la particularidad de requerir una gran cantidad de materia prima. En el laboratorio Hifas da Terra, se necesita una media de 150 kilos de Reishi fresco para hacer 1 kilo de extracto concentrado estandarizado. Por lo tanto, si no se detecta la contaminación por metales pesados en la fase de la producción del hongo o materia prima, ¡el contaminante está 150 veces más concentrado en el producto final!
¿Existe algún riesgo? Desgraciadamente, sí. Los equipos de investigación que analizan los hongos piden unánimemente a las autoridades que tomen medidas adicionales para vigilar, controlar y, en última instancia, reducir las concentraciones de metales pesados tóxicos en una gran variedad de setas.
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Hifas da Terra: el laboratorio de confianza
Debido a la toxicidad de las sustancias analizadas, su presencia en productos alimenticios como las setas no es, obviamente, deseable. Para evitar riesgos, es necesario comprar a un laboratorio que pueda garantizar la trazabilidad el producto a lo largo de todo su proceso productivo y que sea transparente con su política de calidad.
El laboratorio Hifas da Terra, especializado en el desarrollo de complementos de suplementos con hongos puros desde hace más de 20 años, ha desarrollado un propio sistema de calidad para garantizar la calidad seguridad y eficacia de sus productos.
Así se llevan a cabo controles de seguridad, pureza, concentración de biomoléculas activas y confirmación de la estabilidad del producto final. Esto incluye análisis microbiológicos, de pesticidas, metales pesados y gluten. Nuestros análisis garantizan la ausencia total de 400 pesticidas y metales pesados en cada lote de producción y producto final.
Resumen
La transferencia de sustancias nocivas en la alimentación no solo deriva del contenedor del alimento, también tiene que ver con el proceso productivo: si en este no se garantiza la ausencia de metales pesados. Si quieres saber más sobre los controles llevados a cabo en Hifas Quality System, aquí tienes más información.
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8778862/
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/
- https://www.economie.gouv.fr/dgccrf/s%C3%A9curit%C3%A9/produits-alimentaires/complements-alimentairesPMC9919834/
- https://www.eurofins.fr/agroalimentaire/solutions-par-produits/compl%C3%A9ments-alimentaires/
- https://www.biolineaires.com/cinq-idees-recues-sur-la-securite-des-complements-alimentaires/
- https://nutrascan.com/complement-alimentaire-bio/
- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8221490/