Los beta-glucanos son polisacáridos, es decir, largas cadenas de azúcares (hidratos de carbono) unidas entre sí por enlaces beta-glucosídicos.
En la naturaleza, los betaglucanos se encuentran principalmente en las paredes celulares de hongos, levaduras, algas y bacterias, así como en ciertos cereales como la avena y la cebada. Esta sustancia bioactiva es conocida por sus efectos beneficiosos para la salud.
Sin embargo, no todos los beta-glucanos tienen propiedades. Es más, cuando hablamos de suplementos de Micoterapia es necesario aprender cómo distinguir un producto de calidad de otro que no lo es observando el etiquetado de los productos y otros consejos que veremos a continuación.
PUBLICADO EL 27/03/2023.
AUTOR: HIFAS DA TERRA EDUCATION
¿CUÁLES SON LOS BETAGLUCANOS ESPECÍFICOS DE LOS HONGOS?
En los hongos medicinales, los polisacáridos contienen diferentes tipos de enlaces glucosídicos, por lo que se agrupan en beta-glucanos, alfa-glucanos y heteroglicanos. Dentro de los beta-glucanos, los más comunes son los beta (1-3),(1-6) D-glucanos.
Detrás de este complejo nombre se esconde una molécula que forma la pared celular de los hongos. Los beta (1-3),(1-6) D-glucanos se llaman así porque constan de una cadena principal de glucosa unida por enlaces β-1,3 y β-1,6.
Este tipo de betaglucanos tienen una estructura tridimensional y un peso molecular particulares que son responsables de sus actividades biológicas. En resumen: en este caso la complejidad tiene mucho que ver con su actividad biológica, ya estudiada en el sistema inmune y cardiovascular.
Concretamente, solo los beta-(1-3), (1-6) D-glucanos han demostrado estimular la actividad de las células inmunitarias, incluidos los macrófagos, las células NK, las células T y las células B. Por tanto, se consideran modificadores naturales de la respuesta biológica (BRM). También tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y otros trastornos relacionados con el estrés oxidativo.
Fuera del reino fúngico, existen otros beta-glucanos, pero estos difieren en su estructura. Por ejemplo, los beta-glucanos de los cereales están formados por azúcares (como los de los hongos) pero unidos entre sí por enlaces β-1,3 y β-1,4.
Aunque la diferencia no parezca significativa, las propiedades no son las mismas. Hasta la fecha, no se ha demostrado que los betaglucanos de cereales afecten al sistema inmunitario.
CEREALES: EL SUSTRATO PREFERIDO PARA EL CULTIVO DE SETAS
A primera vista, para saber más sobre los beta-glucanos, bastaría con comprobar la fuente (cereales, setas...) para concluir sobre los efectos... ¡Pero no! Esto solo es el principio: en Micoterapia, las setas y los cereales están estrechamente relacionados.
En efecto, los cereales figuran entre los sustratos utilizados habitualmente para el cultivo de setas. Esto se debe al metabolismo de los hongos, como organismos heterótrofos (que se alimentan de materia orgánica), obtienen su energía del sustrato gracias al micelio.
Una vez que el sustrato está totalmente colonizado, es decir, completamente engullido por el micelio, empiezan a crecer los carpóforos (el fruto visible de los hongos, su cuerpo fructífero). En producción, a partir de este momento se puede proceder de dos formas diferenciadas:
- recoger únicamente el carpórofo, en cuyo caso NO se recoge el sustrato.
- recoger el carpóforo y el micelio (o solo el micelio). En este caso, ¡es imposible separar el micelio de un sustrato sólido! Un complemento alimenticio elaborado a partir de este tipo de recolección incluirá carpóforo, micelio y sustrato de producción como el cereal.
Mientras que en el primer caso sólo se incorporan beta-glucanos fúngicos con actividad biológica demostrada, el segundo es problemático, ya que ambos tipos de betaglucanos se incorporan a la formulación.
MICOTERAPIA Y CEREALES: ¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
Encontrar a la vez cereales y beta-glucanos en la formulación final plantea varios problemas importantes para el consumidor.
PROBLEMA N°1: EL PRECIO QUE PAGA EL CONSUMIDOR
El primer problema reside en el precio que el consumidor pagará por un producto de Micoterapia que contenga cereales. En efecto, existe una diferencia significativa entre el coste de un producto 100% a base de hongos (carpóforo o micelio cultivado en un sustrato líquido) y el de uno que incluye sustrato (o excipientes) en su fórmula (micelio, biomasa).
Para hacernos una idea, el coste de producción de una tonelada de avena puede variar entre 200 y 400 euros, mientras que el del Reishi puede costar ¡10 veces más!
Por otra parte, la inclusión de cereales en la formulación se especifica a veces en la composición, pero muy a menudo se pasa por alto. Una fórmula híbrida es más bien una oportunidad para el productor de inflar sus márgenes alineando sus precios con los del resto de la competencia.
PROBLEMA 2: LA COMPOSICIÓN DE LOS PRODUCTOS
El segundo problema se refiere a la comunicación del producto. En los últimos años se han generalizado argumentos que no protegen al consumidor: el contenido en polisacáridos y beta-glucanos.
Como ya hemos visto, todos los cereales contienen polisacáridos (entre un 60-80%) y beta-glucanos (entre un 3-7% en el caso de la avena). Tras la extracción de polisacáridos de fuentes fúngicas y cereales, los procesos de concentración y purificación utilizados permiten alcanzar niveles elevados en los análisis, incluso cuando los polisacáridos no son fúngicos.
Esto facilita que un productor sin escrúpulos engañe a sus socios emitiendo informes de análisis "falsos verdaderos". Efectivamente, habrá polisacáridos y betaglucanos en la fórmula, pero sólo los procedentes de cereales o excipientes (como la maltodextrina). Aunque es difícil cuantificar hasta qué punto existen estas prácticas, las conclusiones de los equipos de investigadores sobre el tema son escalofriantes.
- Un primer estudio, publicado en 2017 en la prestigiosa revista Nature, indicaba que de 19 complementos alimenticios que supuestamente contenían Reishi, solo 5 tenían realmente ß-1,3/1,6-D-glucanos. La ausencia de este compuesto específico del hongo indica que casi el 75% de los productos carecen de él.
- Un segundo estudio, publicado en 2023, comparó las composiciones indicadas en las etiquetas con análisis genéticos de los productos. Esta vez los autores descubrieron que sólo 6/19 productos tenían una composición coherente con su etiqueta.
PROBLEMA 3: FALTA DE RESULTADOS PARA EL CONSUMIDOR
El problema más grave para la industria (más allá del daño moral) es el daño que estas prácticas causan a los consumidores. Los productos que no contienen moléculas bioactivas fúngicas nunca proporcionarán los efectos deseados.
Es más, lamentablemente los infractores tienen vía libre para seguir ofreciendo sus malos productos porque no existe ninguna obligación para los fabricantes de proporcionar análisis cualitativos o cuantitativos a las autoridades reguladoras.
HIFAS DA TERRA: tu laboratorio DE CONFIANZA
En Hifas da Terra, expertos en Micoterapia, la calidad, seguridad y eficacia de nuestros productos están en el centro de nuestras preocupaciones. Todas las cepas fúngicas utilizadas en nuestros productos proceden de nuestro propio banco de cepas fúngicas. Cada una de ellas es estudiada y seleccionada por nuestro equipo de I+D+i por sus características en moléculas bioactivas antes de ser utilizadas en nuestros extractos.
En Hifas, exponemos las cantidades de principios activos específicos de hongos como el lentinan (un beta-1,3/1,6-D-glucano del Shiitake) y el grifolan (un beta-1,3/1,6 D-glucano del Maitake).
Para garantizar un contenido homogéneo de principios activos en cada lote de producción, todos nuestros extractos están estandarizados.
Sólo mediante la estandarización puede garantizarse la reproducibilidad del efecto del complemento alimenticio. Para garantizar esta calidad, realizamos hasta tres controles a lo largo del proceso de fabricación.
Además, la estandarización nos permite mostrar una composición detallada de las moléculas bioactivas. Por ejemplo, el Mico-Mix (extracto concentrado estandarizado de Reishi, Shiitake, Maitake) muestra la cantidad de lentinan y grifolan en las cápsulas.
Para más información sobre nuestro sistema de calidad, puedes visitar nuestra página de calidad.
- Machuca, C., Méndez-Martínez, Y., Reyes-Becerril, M., & Angulo, C. (2022). Yeast β-glucans as fish immunomodulators: A review. Animals: An Open Access Journal from MDPI, 12(16), 2154. https://doi.org/10.3390/ani12162154
- Mirończuk-Chodakowska, I., Kujawowicz, K., & Witkowska, A. M. (2021). Beta-glucans from fungi: Biological and health-promoting potential in the COVID-19 pandemic era. Nutrients, 13(11), 3960. https://doi.org/10.3390/nu13113960
- Risoli, S., Nali, C., Sarrocco, S., Cicero, A. F. G., Colletti, A., Bosco, F., Venturella, G., Gadaleta, A., Gargano, M. L., & Marcotuli, I. (2023). Mushroom-based supplements in Italy: Let’s open Pandora’s box. Nutrients, 15(3). https://doi.org/10.3390/nu15030776