Apuntes imprescindibles sobre el Reishi, el hongo de la eterna juventud y el equilibrio emocional
El Reishi es una auténtica joya de la Micoterapia. Sus acciones terapéuticas demostradas son un claro ejemplo de por qué hablamos del «rey de los hongos». Además, en tiempos pasados su uso estaba reservado en exclusiva para la familia del emperador, lo que nos ayuda a hacernos una idea de su valor.
A nivel descriptivo, el Reishi es un hongo de cuerpo rojizo y textura leñosa. Su carne es coriácea y amarga, por lo que tradicionalmente se ha consumido en infusiones o a partir de extractos.
El Reishi en la medicina tradicional
Tanto en China como en Japón, se conoce como el «hongo de la inmortalidad». Este nombre hace referencia a sus usos medicinales pues se emplea para combatir la senilidad y en periodos de recuperación tras convalecencias prolongadas. También se recomienda para potenciar el sistema inmunitario, estimular la función hepática y mitigar los problemas cardiovasculares.
La medicina oriental destaca la capacidad de Reishi para potenciar el Jing-Qi (energía ancestral) y eliminar los estancamientos (bloqueos energéticos) causantes de artritis, bronquitis, asma, neurastenia, insomnio y enfermedades cardiacas.