El tratamiento de SIBO, también conocido como sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, es uno de los retos actuales de los profesionales de la salud pues este problema cada vez es más común y puede causar incómodos síntomas y afectar la calidad de vida emocional de quienes la padecen.
Así, se estipula que el número excesivo de bacterias asciende a más de 103 bacterias coliformes/mL en el intestino delgado que suelen causar molestias gastrointestinales que repercuten en el estado de ánimo.
En muchos casos los que lo padecen pasan por multitud de consultas (sus pruebas son normales) hasta que al fin logran el diagnóstico que dará lugar al tratamiento SIBO adecuado.
Publicado el 14/06/2023.
Autor: EQUIPO EDITORIAL HIFAS
Aunque en USA se habla de SIBO desde hace años, en Europa su conocimiento aun es minoritario y, por tanto su manejo y tratamiento todavía genera dudas entre los profesionales.
Según relatan muchos especialistas, los pacientes acuden a consulta desorientados porque las pruebas son normales pero ellos afirman no sentirse bien. A las molestias estomacales suelen acompañarle episodios de tristeza y cansancio. En las mujeres también se pueden producir alteraciones hormonales.
¿Qué es el SIBO o el sobrecrecimiento bacteriano?
El SIBO o sobrecrecimiento bacteriano se produce cuando las bacterias del tracto gastrointestinal colonizan en exceso el intestino delgado, donde normalmente debería haber menos bacterias. Esto puede ocurrir debido a un mal funcionamiento de las válvulas que regulan el flujo de alimentos y bacterias a través del sistema digestivo, o por otros trastornos que afectan la motilidad intestinal.
El sobrecrecimiento bacteriano puede interferir con la digestión adecuada y la absorción de nutrientes, lo que lleva a una serie de síntomas desagradables.
¿Cómo saber si tengo sobrecreCimiento bacteriano?
Antes del diagnóstico de SIBO algunas personas afirman sentirse pesadas tras las comidas, especialmente con problemas de digestión, hinchazón abdominal y flatulencias.
No obstante, la conexión cerebro-intestino también tiene impacto en el SIBO y en su tratamiento pues una situación de disbiosis intestinal también se ha relacionado con dolores de cabeza, problemas hormonales e incluso alteraciones dermatológicas… Somos un todo y ese todo desajustado a través de la microbiota se manifiesta en alteraciones dispares a través de diversos órganos.
Aun así podemos enumerar los siguientes síntomas comunes en SIBO:
- Distensión abdominal
- Dolor o malestar abdominal
- Flatulencia excesiva
- Diarrea o estreñimiento
- Fatiga y debilidad
- Pérdida de peso no intencional
- Deficiencias nutricionales
El sobrecrecimiento bacteriano también se puede relacionar con un cansancio excesivo, rosácea, dolor generalizado, tendencia a la tristeza… De forma particular se pueden señalar los siguientes síntomas de SIBO según los subtipos de bacterias que hayan aumentado en el intestino digestivo:
- SIBO de hidrógeno: la hinchazón abdominal, gases, mala tolerancia a alimentos, diarrea y heces amarillentas.
- SIBO de metano (también conocido como SIMO): se caracteriza por un tránsito más lento, heces flotantes… y muchas veces implica ganancia de peso.
- SIBO de sulfuro de hidrógeno: este tipo de SIBO se manifiesta con más síntomas extradigestivos como exceso de calor, migrañas, sudor, etc. También se caracteriza por alteración intestinal (diarrea o estreñimiento) y por tener flatulencias fétidas.
EL PorQUÉ del SIBO
Un estilo de vida sedentario y una alimentación deficiente en nutrientes puede considerarse un factor de riesgo para el desarrollo de disbiosis intestinal.
Incluso, en la alteración de la microbiota se estudian los efectos de la polimedicación, si se ha alimentado con lactancia materna, tipo de parto y alteraciones hormonales como la endometriosis.
También se habla de una predisposición orgánica a un SIBO especialmente por la toma de determinados fármacos y tener alteraciones inmunológicas. Asimismo, la senilidad (a partir de 70-75 años ya se pueden producir alteraciones en la flora bacteriana intestinal) y la polimedicación no contribuyen al equilibrio de la microbiota intestinal.
TEST SIBO Y OTRAS PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
- La medición objetiva en clínica es un cultivo de aspirado duodenal vía endoscopia. No obstante no es infalible y es molesta para los pacientes.
- Otra prueba recurrente es el Test de Aliento a partir de un sustrato de glucosa o lactulosa. Esta suele ser más habitual.
¿Cómo eliminar SIBO de forma natural?
DIETA BAJA EN FODMAPS
En general se recomienda una dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAP).
Este tipo de alimentos FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) pueden fermentarse fácilmente en el intestino, lo que puede empeorar los síntomas del SIBO.
Tabla orientativa con alimentos ricos o con contenido moderado en FODMAPS:
- Lácteos con lactosa
- Cereales: trigo, centeno, cebada….
- Legumbres: judías (habas), garbanzos, lentejas…
- Frutas que tienen alto contenido en FODMAPS nectarina, sandía, mora, manzana, pera, ciruela, mango, melocotón….
- Verduras: Coles, calabaza, espárrago, alcachofa…..
Una dieta baja en FODMAP puede reducir la carga bacteriana y aliviar los síntomas. Sin embargo, es importante trabajar con un profesional de la salud o un dietista especializado para asegurarse de obtener una nutrición adecuada mientras se sigue esta dieta. De hecho, algunos profesionales señalan que una dieta FODMAPS estricta o sostenida en el tiempo puede ser perjudicial para los síntomas de disbiosis intestinal.
Estudio Hifas SiBo
Recientemente se ha llevado a cabo un studio prospectivo, aleatorizado y unicéntrico con pacientes con SII (Síndrome del Intestino Irriable) positivos en SIBO procedentes de la Unidad Andaluza de Trastorno Funcional Digestivo (TFD) con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El grupo de control llevó a cabo una dieta baja en FODMAPS.
El grupo de intervención combinó el uso de suplementos a partir de cepas específicas de Reishi y Melena de león, así como Shiitake y Pleurotus.
En este estudio se recogieron datos analíticos y el perfil nutricional, test de aliento y valoración nutricional completa Bio-Psico-Social.
Antibióticos
Los antibióticos son una opción comúnmente utilizada para tratar el SIBO. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los antibióticos pueden afectar la flora intestinal beneficiosa, por lo que es esencial utilizarlos bajo la supervisión de un médico.
Probióticos
Aunque puede parecer contradictorio, en algunos casos, los probióticos pueden ser beneficiosos para tratar el SIBO. Al elegir los probióticos adecuados, se pueden restaurar las bacterias beneficiosas en el intestino, ayudando a equilibrar la microbiota y a reducir el crecimiento excesivo de bacterias no deseadas. Sin embargo, no todos los probióticos son apropiados para el SIBO, por lo que es importante obtener recomendaciones específicas de un profesional de la salud.
Cambios en el estilo de vida
Además de los tratamientos mencionados, realizar cambios en el estilo de vida puede ayudar a controlar el SIBO y prevenir su recurrencia.
Esto puede reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. En este sentido, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco también son medidas que pueden mejorar la salud intestinal.
Resumen: el tratamiento de SIBO requiere de cambios dietéticos importantes y otras medidas para recuperar la eubiosis intestinal
El SIBO ya es un problema muy presente en la sociedad que, con un enfoque adecuado, se puede tratar de manera efectiva. La supervisión médica adecuada y llevar a cabo cambios en el estilo de vida resultan fundamentales para recuperar la salud intestinal y aliviar los síntomas del SIBO.
Si estás experimentando síntomas relacionados con el SIBO, te recomendamos que consultes a un médico especialista en gastroenterología y nutricionistas expertos que te ofrecerán un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado a tus necesidades individuales.