Microbiota Intestinal ▶ Cómo cuidar tu indicador de salud

Tu salud empieza en la microbiota

Flora intestinal, flora humana, microflora… Todos estos términos designan la comunidad de microorganismos que viven en el tracto gastrointestinal de los mamíferos y que te ayudan en el mantenimiento de tu bienestar.

La microbiota ayuda a tu bienestar digestivo

Mantiene el equilibrio digestivo

Una microbiota equilibrada facilita la digestión de alimentos, su transformación en energía y la eliminación de los excesos. Su desequilibrio es un marcador en el origen de malestar y diferentes enfermedades.

Las mayoría de las células inmunitarias están en el intestino

Ayuda al sistema inmunitario

Se estima que el 80% de las células inmunitarias está en la mucosa intestinal. Una microbiota sana y equilibrada refuerza la barrera intestinal regulando la entrada de moléculas y organismos en nuestro cuerpo.

La microbiota conecta el eje intestino-cerebro

Tu segundo cerebro

El 50% de la dopamina y el 95% de la serotonina que producimos se origina en el intestino. Estas sustancias se relacionan con la felicidad y el buen humor y son indicadores de mejora en la depresión y la ansiedad.

¿Por qué es tan importante?

Tu microbiota, al igual que tu huella dactilar, es única. Te define y diferencia dando lugar a un ecosistema complejo: tu organismo.

Estas bacterias, presentes en todo el tubo digestivo, se localizan mayoritariamente en el colon, donde hay entre 400 y 1500 especies que ayudan a:

· Regular la respuesta inmunitaria del organismo.
· Favorecer la producción de vitaminas.
· Regular el metabolismo lipídico.
· Regular la inflamación intestinal y la respuesta exacerbada del organismo gracias a su rol relevante en la producción de ácidos grasos de cadena corta.

Tu diagnóstico a través de las bacterias intestinales

Microbiota intestinal: indicador de salud

El microbiólogo y Nobel de Medicina Elie Metchnikoff dijo que la mayoría de las enfermedades comienzan en el tracto digestivo. Según este científico, esto sucede cuando las bacterias “buenas” son incapaces de controlar las “malas”.

En los últimos años múltiples investigaciones han demostrado su relación con el desarrollo de diferentes enfermedades intestinales como el síndrome del intestino irritable, inflamación intestinal, celiaquía… pero también con otras psiquiátricas e, incluso, con la obesidad, las alergias, el asma y diferentes afecciones cardiovasculares.

El origen de estas enfermedades se relacionada con el desequilibrio de la comunidad bacteriana y se conoce como disbiosis.

¿Se puede corregir el desequilibrio de la microbiota? ¿Qué prebióticos elegir? …

Si tienes dudas, puedes ponerte en contacto con a nuestro departamento biomédico.

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Problemas asociados a las alteraciones de la microbiota

El equilibrio o eubiosis de la microbiota está directamente relacionado con nuestro estilo de vida. Tampoco se puede obviar que la herencia genética y otros factores de reciente descubrimiento.

Hay estudios que recogen la influencia de la microbiota vaginal e intestinal de la madre durante la gestación e, incluso, las repercusiones del tipo de parto (natural o mediante cesárea).

No obstante, una dieta con bajo o nulo contenido en fibra y el consumo excesivo de alcohol, alimentos ultraprocesados y antibióticos se han relacionado con la disbiosis o desequilibrio de la microbiota intestinal y el desarrollo de enfermedades:

Las dietas ricas en grasas, ácidos grasos poliinsaturados y carne se han relacionado con una mayor incidencia de enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
El riesgo de padecer enfermedad inflamatoria intestinal puede reducirse regulando la microbiota intestinal con una dieta vegetariana.
El desarrollo del cáncer colorrectal se ha asociado a niveles de inflamación y cambios estructurales en la microbiota. El origen de estos cambios podría estar relacionada con el crecimiento de bacterias reductoras de sulfatos que derivan de un exceso en el consumo de carnes rojas.
Las dietas ricas en fibra aumentan la producción de ácidos grasos de cadena corta que son beneficiosos para las células que recubren el epitelio del intestino grueso o colon (colonocitos) y tienen además propiedades antitumorales.

Cómo recuperar el equilibrio intestinal

Fibra

Cada vez son más lo nutricionistas que recomiendan un aumento en el consumo de fibra mediante la ingesta de setas, frutas, semillas, vegetales y cereales integrales para preservar un mejor estado de salud… No obstante, ¿por qué es necesaria si nuestro cuerpo no es capaz de asimilarla? 

El consumo de estos carbohidratos no digeribles (polisacáridos, oligosacáridos, ligninas… ) sirve para que las bacterias intestinales buenas produzcan los ácidos grasos de cadena corta, protegiendo así la barrera intestinal de organismos patógenos. Y no solo eso, el consumo de fibra dietética se ha asociado a:

mejor tránsito intestinal
optimización de la absorción de minerales
regulación del sistema inmunitario
equilibrio del apetito
regulación de niveles de glucosa y lípidos

Dieta mediterránea y atlántica

Según recogen distintas revisiones científicas, la dieta tiene un impacto inmediato en la composición de la microbiota. Por ejemplo, las dietas mediterránea y atlántica son dos excepciones dentro de las consideraciones previas sobre la dieta occidental. Estos dos subtipos se consideran adecuadas para el mantenimiento de un buen estado de salud:

La dieta mediterránea se ha asociado con una protección significativa de las enfermedades crónico degenerativas.
La dieta atlántica se ha asociado con la salud metabólica y un descenso de mortalidad causado por enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer. La inclusión de vitaminas del grupo B, ácidos grasos omega 3 y yodo podrían ser los responsables de este impacto.

Prebióticos y probióticos

Las sustancias prebióticas pueden controlar la disbiosis intestinal favoreciendo el crecimiento de Bifidobacterium spp. y Lactobacillus spp. Además, ayudan a evitar que las células patógenas se adhieran a las células de la mucosa intestinal.

Según diversos estudios, los probióticos mejoran la función de la barrera intestinal y previenen la adhesión y colonización de patógenos y toxinas.

La combinación de ambas técnicas (prebióticos y probióticos) se ha utilizado para abordar diferentes patologías.De forma más reciente se ha utilizado la fagoterapia, esto es, el uso de bacteriófagos o fagos (virus que infectan bacterias) y los trasplantes de microbiota fecal.

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Estudio Micromarker

Hifas da Terra lidera el proyecto colaborativo de I+D Micromarker en el que se evalúa la relación entre la modulación de la microbiota intestinal y la progresión de patologías colorrectales.

Además, también se estudiarán las repercusiones que podría tener el uso de compuestos prebióticos y antiinflamatorios derivados de los hongos en la calidad de vida.

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Curiosidades

El intestino, tu segundo cerebro

Desde los años 70 se han publicado diferentes estudios en los que se recogen evidencias sobre el eje intestino-cerebro a pesar de la barrera hematoencefálica.

Asimismo, se ha demostrado que las sustancias químicas producidas por las bacterias intestinales tienen influencia sobre el sistema inmunitario y estas, a su vez, sobre el cerebro.También se han observado alteraciones en las comunidades bacterianas en modelos animales sometidos a situaciones de estrés.

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Microbioma: peso genético

En un nivel superior, podríamos hablar del microbioma. Aunque se han utilizado como sinónimos, no lo son. El microbioma es la suma de la microbiota, pero también sus genes, metabolitos y el ambiente concreto que los rodea. 

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Equilibrio digestivo