Los nootrópicos, ya sea en forma de alimento, suplemento o fármaco, prometen mejorar nuestras funciones cognitivas. ¿Quién no ha soñado con potenciar sus capacidades cognitivas, eliminar esos molestos lapsus de memoria o mantener la concentración al máximo con solo tomar una cápsula? Estos compuestos, conocidos como potenciadores cognitivos, pueden aumentar la memoria, la atención y la creatividad al alterar la disponibilidad de neurotransmisores en el cerebro y mejorar el riego sanguíneo.
En los últimos años, el interés en los nootrópicos ha tenido un crecimiento impresionante, sobre todo después de haberse publicado su consumo en Silicon Valley.
A nivel mundial, las proyecciones de los institutos de investigación de mercado son asombrosas y es que se cruzan varios intereses: estudios que apoyan sus propiedades y nuevas opciones de acceder a este tipo de drogas inteligentes que podrían potenciar las capacidades del cerebro, sobre todo online.
¿QUÉ SON LOS NOOTRÓPICOS y para qué sirven?
Los nootrópicos, conocidos popularmente como “drogas inteligentes”, son un grupo fascinante de compuestos que han capturado la atención de muchos. El término proviene de dos palabras griegas: nöos, que significa “espíritu”, y tropic, que se traduce como “giro”. En esencia, los nootrópicos están relacionados con el cerebro y su funcionamiento.
Diversas investigaciones científicas han definido los nootrópicos como sustancias que potencian funciones cognitivas como la memoria y el aprendizaje, especialmente en situaciones donde estas capacidades se ven afectadas.
El diccionario Larousse ofrece una definición más amplia, describiendo los nootrópicos como estimulantes de la conciencia y el pensamiento, pero también aclara que es un término bastante vago que abarca desde complementos alimenticios hasta medicamentos, plantas y diversas sustancias. Para entender mejor este mundo, ¡sigue leyendo!.
MÁS SOBRE LOS REACTIVADORES CEREBRALES
En retrospectiva, el término "nootrópico" fue introducido por primera vez en 1964 por el neurofarmacólogo Cornelius E. Giurgea. La historia detrás de este concepto es fascinante y, sorprendentemente, nació por pura casualidad.
Todo comenzó con el descubrimiento inesperado de propiedades noéticas y cognitivas en uno de los muchos compuestos que Giurgea había sintetizado. Su objetivo inicial era encontrar una molécula con efectos sedantes o inductores del sueño. Para lograrlo, centró su investigación en el GABA, un neurotransmisor conocido por su capacidad para calmar y reparar el sistema nervioso.
Era evidente para su equipo que, al comenzar con una molécula de este tipo, estaban en el camino correcto para encontrar derivados con propiedades similares. Al final, Giurgea y su equipo lograron sintetizar un derivado del GABA que adquirió el intrigante nombre de "Compuesto 6215".
«El hombre no va a esperar pasivamente durante millones de años a que la evolución le proporcione un cerebro mejor.» - Giurgea
En las pruebas clínicas posteriores, sorprendentemente no se observaron efectos sobre el sueño. Sin embargo, tras un mes de tratamiento, los pacientes comenzaron a notar mejoras significativas en su memoria. ¡Qué fortuna que el protocolo de investigación incluyera pruebas de memoria y un periodo suficiente para captar estos efectos que no se manifestaban a corto plazo!
Este hito llevó a Giurgea a abogar con fervor por el reconocimiento de una nueva categoría de medicamentos noéticos diseñados para potenciar la función cognitiva: ¡los nootrópicos! Gracias a su trabajo pionero, se logró la comercialización de un medicamento llamado Nootropyl, marcando así un avance importante en el campo de la mejora cognitiva.
¿POR QUÉ SE PUSIERON DE MODA EN SILICON VALLEY?
Tras varios años de investigación, nuestro inventor publicó en 1977 un artículo en el que se definía un marco para todas las sustancias que podía considerarse que tenían un perfil nootrópico:
- mejora de la adquisición de conocimientos,
- resistencia a los perturbadores físicos y químicos,
- facilitación de la transferencia de información,
- aumento de la resistencia a los «ataques» al cerebro,
- un aumento del «control» tónico, cortico-subcortical,
- la ausencia de los efectos de las drogas neuropsicotrópicas.
EFECTOS DE LOS NOOTRÓPICOS SOBRE EL CEREBRO
Sus efectos son atribuibles a mecanismos metabólicos. Para ello, tienen que ser capaces de penetrar la barrera hematoencefálica para mejorar el metabolismo cerebral, y se requiere un uso prolongado para lograr cambios estables. Una revisión bibliográfica de 2022 cita algunos ejemplos:
- Neuroprotección: protección del tejido cerebral frente a la neurotoxicidad.
- Apoyo metabólico: efectos positivos sobre la síntesis de proteínas neuronales y ácidos nucleicos, estimulación del metabolismo de los fosfolípidos.
- Mejora el suministro de glucosa y oxígeno al cerebro,
- Antioxidante: eliminación de los radicales libres del oxígeno, con efectos antiagregantes y mejora de la plasticidad de los eritrocitos.
NOOTRÓPICOS NATURALES
LA MEDICINA TRADICIONAL COMO GUÍA
HERICIUM: ¿es el HONGO CON POTENCIAL NOOTRÓPICO?
Como expertos en biotecnología y el estudio de los hongos, en Hifas da Terra llevamos a cabo nuestros propios estudios, uno de los cuales se refiere a la actividad nootrópica de los hongos puros. La Melena de león (Hericium erinaceus) es uno de los hongos estudiados por su potencial efecto nootrópico.
Hay estudios que sostienen que Hericium erinaceus podría efectos protectores sobre las redes neuronales. Este hongo, citado recientemente por el diario Le Monde por sus beneficios, contiene varios compuestos químicos de interés, como la hericenona y la erinacina. In vitro, se cree que tiene un efecto regenerador del tejido cerebral, contribuyendo a mejorar la función cognitiva.
Para ilustrar esta capacidad nootrópica, un ensayo aleatorizado comparó la ingesta de Hericium erinaceus con un placebo en el tratamiento de trastornos cognitivos en ancianos. Demostró una mejora del rendimiento cognitivo, con resultados significativos tras el examen del estado mental, la prueba de aprendizaje verbal y la prueba de retención visual.
¿CÓMO ELEGIR SUPLEMENTOS?
Al seleccionar tus complementos, es fundamental optar por empresas de confianza. Elige laboratorios que utilicen métodos de extracción adecuados para garantizar la disponibilidad de los principios activos. Este proceso requiere técnica y conocimientos especializados.
Los extractos concentrados estandarizados son tu mejor garantía para obtener los compuestos deseados, tanto en cantidad como en calidad. En Hifas da Terra, nos enorgullece proporcionar información clara sobre la composición de las moléculas bioactivas de nuestros productos.
También es importante considerar la duración del tratamiento. Los estudios científicos han demostrado que muchas de estas sustancias no ofrecen resultados inmediatos con una sola dosis; es necesario usarlas durante un periodo prolongado para observar mejoras significativas.
RESUMEN
¿Funcionan realmente los nootrópicos? ¿Está al alcance de tu mano el poder de potenciar tus capacidades cerebrales? La verdad es que, aunque los nootrópicos son fascinantes, su uso debe evaluarse con cautela.
Primero, porque no existen estudios concluyentes que respalden efectos preventivos. De hecho, no hay evidencia que demuestre beneficios de la suplementación con nootrópicos en estudiantes, por ejemplo. Aunque la falta de estudios no significa necesariamente que no haya efectos, te aconsejamos ser crítico con lo que prometen los productos. Entre la gran variedad de opciones en el mercado, son pocos los que cuentan con respaldo científico sólido.
Sin embargo, algunos compuestos destacan y pueden ser útiles para compensar una pérdida de función cognitiva. Enfocarse en estos compuestos es clave, pero también es necesario incrementar la investigación en esta área. Una cosa es cierta: los nootrópicos aún tienen mucho que ofrecer y siguen acaparando la atención del público.
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- Lorca, C., Mulet, M., Arévalo-Caro, C., Sanchez, M. Á., Perez, A., Perrino, M., Bach-Faig, A., Aguilar-Martínez, A., Vilella, E., Gallart-Palau, X., & Serra, A. (2022). Plant-derived nootropics and human cognition: A systematic review. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 1–25. https://doi.org/10.1080/10408398.2021.2021137