La menopausia aun es foco de muchas dudas en la salud de la mujer. Hemos llegado a Marte, pero aquí sobre la Tierra hay cuestiones esenciales que todavía generan muchas dudas y preguntas.
También conocida como climaterio, guarda tras de sí muchos tabúes. Si reflexionas sobre los temidos trastornos menopáusicos, ¿qué se te viene a la cabeza? Seguramente sofocos, ganancia de peso, falta de vitalidad, irritabilidad, insomnio, falta de libido, envejecimiento de la piel… Frente a esto el objetivo está claro: recuperar el equilibrio y el bienestar emocional.
En las siguientes líneas asumimos el reto de informar sobre la nueva etapa y aumentar el autoconocimiento para fomentar el autocuidado del que ya se empieza a hablar, especialmente en lo que se refiere a salud de la mujer, equilibrio y bienestar.
Definiendo la nueva etapa de la mujer
En el lenguaje cotidiano, el periodo que precede a la menopausia se conoce como premenopausia (o perimenopausia). La menopausia propiamente dicha se considera el último periodo de sangrado en la vida de una mujer. La menopausia es, por tanto, el final de la fase fértil de la vida.
Para muchas mujeres, esta fase de la vida, a menudo difícil, comienza a mediados de los cuarenta. En ese momento, el organismo femenino empieza a reducir su producción de progesterona. La progesterona es una hormona sexual perteneciente al grupo de los progestágenos.
Entonces, los niveles de estrógeno, la hormona sexual femenina, descienden. Existen dos categorías de estrógenos:
- Estrona
- Estradiol
- Oestriol
Cabe mencionar aquí que el estradiol es la principal hormona sexual femenina. Es el estrógeno más eficaz.
Cuando llega la menopausia, los cambios hormonales pueden tener muchas repercusiones en la calidad de vida y el rendimiento: estos problemas se denominan trastornos de la menopausia. Los primeros signos de la llegada de la menopausia pueden ser trastornos del sueño y un cambio en el ciclo menstrual. Los trastornos del ciclo menstrual se manifiestan como periodos cada vez más irregulares que acaban desapareciendo por completo.
En principio, la menopausia se divide en tres fases:
- Premenopausia: los periodos menstruales varían en intensidad y regularidad. También aumenta la irritabilidad. Esta fase, que puede durar hasta 10 años, finaliza con el último periodo menstrual (menopausia).
- Perimenopausia: la perimenopausia comienza durante la premenopausia. Tiene lugar a lo largo de un periodo de unos seis años. Finaliza aproximadamente un año después de la última menstruación e incluye los síntomas clásicos de la menopausia.
- Postmenopausia: durante esta última fase, el cuerpo femenino se ha acostumbrado a la nueva constelación de hormonas. Los problemas remiten.
¿Cómo saber si es menopausia?
La disminución de la secreción de progesterona provoca la aparición de ciertos signos que señalan el inicio de la menopausia. Los signos de advertencia de la menopausia son comunes. Incluyen ciclos más cortos (25 días en lugar de 28) y periodos irregulares.
La ausencia de secreción de progesterona también provoca ciertos síntomas, como pechos tensos, dolor antes de la menstruación o hinchazón abdominal. Durante esta etapa intermedia, conocida como premenopausia, la mujer aún puede quedarse embarazada, aunque sea más complicado que antes.
¿CUÁNTO DURA LA MENOPAUSIA?
Cada mujer vive la menopausia de forma diferente. Dado que la menopausia es un estado finito en el que la mujer ya no puede menstruar, hablamos de la etapa previa: la premenopausia. Dura una media de 4 años y se considera finalizada cuando la mujer deja de menstruar durante al menos 12 meses.
¿CUÁL ES LA EDAD MEDIA DE LA MENOPAUSIA?
La edad media de la menopausia se sitúa entre los 45 y los 55 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aun conociendo los mecanismos que subyacen a su llegada, la menopausia no puede determinarse con precisión. Varios factores son responsables, en mayor o menor medida, de las diferencias observadas de una mujer a otra. Muy a menudo, cuando hablamos de diferencias entre individuos, buscamos una tríada de factores: genéticos, ambientales y médicos. Una vez más, la menopausia no es una excepción a la regla:
– Factor genético: aunque actualmente no existe una explicación clara, la edad de la menopausia se adelanta o retrasa en algunas familias.
– Factores ambientales: un estilo de vida saludable tiende a retrasar la fecha real de la menopausia. En cambio, los malos hábitos, como fumar, pueden adelantarla.
– Factor médico: los fármacos que afectan al estado hormonal de la mujer influyen en la aparición de la menopausia. Por ejemplo, la terapia hormonal o la quimioterapia contra el cáncer pueden interferir en el curso natural de la menopausia.
OTRA MANERA DE HACER FRENTE A LA MENOPAUSIA: ¿CÓMO ALIVIAR LOS SÍNTOMAS?
Existen varios enfoques para aliviar los síntomas de la menopausia y cuyo objetivo común es recuperar el bienestar físico y emocional. La actividad física suficiente, una dieta sana y equilibrada y un peso corporal adecuado se consideran útiles.
Un estudio evidencia que una dieta vegetal basada en la soja puede ayudar a reducir significativamente la aparición de sofocos al final de la menopausia.
Las técnicas de relajación también pueden ser eficaces. Entre ellas están los ejercicios de respiración, la meditación y el yoga. En general, un estilo de vida saludable favorece el bienestar, que se vuelve aún más importante en la menopausia.
Si sufres sofocos con frecuencia, debes vestirte según el “look de capas“. Esto significa vestirse como la piel de una cebolla, con varias capas. Esto le permitirá reaccionar rápida y fácilmente a los sofocos.
RECURSOS NATURALES DE INTERÉS EN LA MENOPAUSIA
PREBiÓTICOS
La microbiota va cambiando a lo largo de la vida de la mujer y la menopausia no es una excepción. En general, la disminución de la producción de determinadas hormonas tiene un impacto en el tipo y cantidad de bacterias que conforman la flora intestinal. Dada la fuerte conexión que existe entre microbiota, salud digestiva y salud emocional (gestión del estrés, insomnio, tristeza, etc), siempre es recomendable mantener el equilibrio de la microbiota.
Los prebióticos son el alimento de las bacterias que conforman de forma natural nuestro tracto digestivo y que ayudan a evitar los desequilibrios asociados, por ejemplo, a los cambios hormonales.
CÓMO MANEJAR SOFOCOS, SUDORES NOCTURNOS Y DEMÁS
Aunque no todas las mujeres experimentan síntomas en la menopausia, más del 80% padecen síntomas físicos o psicológicos. Por regla general, los trastornos vasomotores ocupan el primer lugar e incluyen síntomas como sofocos y sudores nocturnos. Se calcula que más del 80% de las mujeres menopáusicas sufren sofocos.
Pueden aparecer otros síntomas:
- Trastornos del sueño
- Cambios de humor
- Estados de ánimo depresivos
- Desinterés sexual
- Sequedad vaginal
- Debilidad de la vejiga
- Aumento de la caída del cabello
- Mayor riesgo de osteoporosis
- Aumento de peso (especialmente grasa abdominal)
La calidad de vida de algunas mujeres se ve considerablemente reducida por estos síntomas, lo que hace necesario un tratamiento médico. En estos casos, se suele recurrir a la terapia hormonal, pero conlleva riesgos. Hay que sopesar cuidadosamente los riesgos y los beneficios.
RIESGOS Y BENEFICIOS DEL TRATAMIENTO HORMONAL
Para aliviar los síntomas de la menopausia, desde hace varias décadas existe la terapia hormonal sustitutiva (THS). El objetivo de esta terapia es aliviar los problemas causados por la falta de estrógenos. O bien se sustituyen únicamente los estrógenos en monoterapia, o bien se administra una combinación de estrógenos y progesterona. El efecto sobre los sofocos es rápido, por lo que puede esperar un alivio en un breve espacio de tiempo.
Es importante someterse previamente a un examen ginecológico completo y a una consulta. A continuación, el médico y la paciente deben evaluar la relación beneficio/riesgo, ya que desde finales de la década de 1990, los estudios han demostrado que el uso prolongado de THS puede provocar un aumento del riesgo de cáncer de mama. Esto se aplica tanto al uso de estrógenos como a la combinación de estrógenos y progestágenos. Actualmente se supone que la THS no desencadena directamente el cáncer de mama, sino que estimula el crecimiento de las células cancerosas que ya están presentes.
Además del mayor riesgo de cáncer de mama, también aumenta el riesgo de cáncer de ovarios y de mucosa uterina. La sustitución hormonal también aumenta el riesgo de cardiopatías, trombosis e ictus. Por estas razones, los expertos desaconsejan la sustitución hormonal a largo plazo.
Es interesante observar que la forma de administración determina el riesgo: los parches hormonales se consideran menos arriesgados que la toma de comprimidos.
IMPLANTES durante la Menopausia: ¿el chip de la juventud?
Diversos centros y especialistas empiezan a hablar de micro-implantes de testosterona para reducir los síntomas ligados al climaterio. Aunque esta hormona se relaciona fundamentalmente con el sexo masculino, se ha detectado un descenso en la producción de la misma a partir de los 45-49 años, por lo que la liberación de la misma a través del fito-implantes es una de las propuestas de las que se empieza a hablar.
En cualquier caso la recomendación cuando hablamos de salud siempre pasa por consultar con un médico especialista que, conociendo tu caso particular, te orientará del mejor modo para gestionar los cambios de esta nueva etapa.
RESUMEN: CLAVES PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DURANTE EL CLIMATERIO
Muchas mujeres consideran la menopausia un periodo difícil de su vida. No obstante con las medidas adecuadas, la gestión de los síntomas puede facilitar mucho las consecuencias de los cambios hormonales.
Los síntomas más comunes, como los sofocos, la sudoración y los problemas de sueño, hacen que disminuyan el bienestar y el rendimiento. La terapia hormonal sustitutiva (THS) puede ayudar, pero hay que pensárselo dos veces. El problema: su uso prolongado aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer y otras enfermedades.
Para quienes deseen un remedio natural, es importante hacer ejercicio, mantener un peso corporal razonable y seguir una dieta sana. Los estudios demuestran que una dieta basada en plantas puede reducir significativamente la aparición de sofocos.
Los trastornos del sueño son también uno de los síntomas más comunes de la menopausia. La ciencia está investigando si el hongo Reishi (Ganoderma lucidum) puede tener un efecto positivo sobre el sueño y el sistema nervioso central. Un estudio en animales ha proporcionado los primeros indicios de una reducción del tiempo necesario para conciliar el sueño y de una mayor duración del mismo. Estos resultados deberán confirmarse en el futuro en seres humanos.
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