Apuntes imprescindibles sobre el Cordyceps, el hongo del vigor y la potencia
El Cordyceps sinensis es uno de los remedios naturales más populares de la medicina tradicional asiática que únicamente se consume por sus beneficios para la salud.
Popularmente se conoce como ‘insecto de invierno, hierba de verano’, nombre que tiene que ver con su desarrollo y fructificación. En este caso hablamos de un hongo parasitario con un ciclo vital muy curioso:
- En verano, sus esporas caen sobre las orugas de las polillas que habitan los pastos de las altas mesetas del Himalaya, a más de 3 800 metros de altura. Durante el invierno, las larvas de las orugas se entierran en el suelo para hibernar mientras que el micelio de este hongo parásito invade su cuerpo.
- Con la llegada de la primavera, este micelio comienza a fructificar con una forma alargada y cilíndrica que se abre paso entre los pastos para recibir la luz del sol.
Este complejo proceso, también limitado por el lugar en el que se lleva a cabo, hace que sea un bien muy escaso y caro. Sin embargo, en las últimas décadas, se ha optimizado un proceso de cultivo sobre sustratos naturales ricos en proteínas que ha dado lugar a producciones de Cordyceps con características prácticamente idénticas a las del hongo que crece de forma natural.
El Cordyceps en la medicina tradicional
Los pastores nómadas del Tíbet lo utilizaban por sus propiedades revitalizantes, aunque actualmente la medicina tradicional también lo considera un excelente tónico de riñón y complemento antiedad. Además, este tesoro tibetano se utiliza para tratar los problemas de articulaciones y las complicaciones genito-urinarias, pero también la disfunción sexual y los problemas de fertilidad. Algunos se refieren a él como la «viagra del Tíbet».